La decadencia del like
El poder del like / me gusta está en entredicho. Su influencia para marcar tendencias decae y recuerda que, en comunicación, la cantidad no es tan importante como la calidad. El mensaje efímero con respuesta fugaz se desinfla y pierde credibilidad dentro de la comunicación digital. Más allá de conseguir ese click impulsivo, nuestra estrategia debe asignar más valor a otras variables con el objetivo de fomentar la interacción digital con el cliente, generar conversaciones de interés y construir una relación consistente que se traduzca en nuevas oportunidades de negocio.
En el mundo digital ha sido el rey. El éxito de una publicación se evaluaba por el número de me gusta que se conseguían. Un modo rápido de calibrar la aceptación o el reconocimiento de nuestra marca o nuestro cliente. Una evaluación inminente, aparentemente certera y fácil de computar.
El problema es que no es oro todo lo que reluce y que para lograr una comunicación efectiva con el público al que nos dirigimos, la cantidad no es tan importante como la calidad. En una adecuada estrategia comunicativa debemos considerar más elementos y variables.
La clave está en fomentar la interacción digital más allá de una pulsación compulsiva y más cercana a cómo interactuamos los humanos en la vida real. En una conversación normal entre personas no nos limitamos a levantar el dedo pulgar hacia arriba cuando nos gusta algo o alguien, participamos de una forma más proactiva. El reto es trasladar al mundo digital esa actitud con nuestros clientes dado que el mensaje efímero con respuesta fugaz se desinfla y pierde credibilidad dentro de la comunicación digital.
Eso, en gran parte, es debido a la irreflexiva conducta de muchos usuarios en las redes sociales. Un comportamiento que ha llevado, por ejemplo, a Twitter a tener que preguntar si quieres leer un artículo antes de retuitearlo o, recientemente, a incluir una flecha hacia abajo para marcar como irrelevante una respuesta que no aporte nada a una conversación.
Estas medidas son resultado de la cada vez mayor inconsistencia y falta de criterio en muchas de las respuestas apresuradas o de los me gusta, y que están provocando un cambio en el patrón de la comunicación y el marketing digital, asignando más valor a otro tipo de interacciones.
Dentro de esta tendencia, un instrumento que ha recobrado fuerza es el blog. Bien articulados y argumentados generan un mayor engagement, a la vez que nos permiten introducirnos en los debates que nos interesan, lo que se traduce en oportunidades de negocio; también posibilitan la elaboración de encuestas o la formulación de preguntas con las que conseguir una implicación más significativa y mayor fidelización. Una buena herramienta para conocer a nuestro público objetivo y averiguar en qué canales se mueve y cuáles son sus gustos o intereses. Ello nos ayudará a afianzar o rectificar nuestra estrategia de comunicación.
Con el papel del like en el aire y su influencia para establecer tendencias en decadencia, el propósito ahora es promover la participación mucho más allá de un click impulsivo. El objetivo es construir una relación consistente para atender mejor las necesidades de los clientes y cumplir sus expectativas.
Ahora, mejor que un like, cuéntanos qué opinas.